lunes, 18 de enero de 2010

La clase

La clase. Título original “Entre les murs”. Laurent Cantet
Esta película se desarrolla entre los muros de un instituto de los suburbios parisinos, en el que unos cuantos profesores luchan contra un grupo multirracial de alumnos, con un único propósito, la educación.
François es un joven profesor de lengua, que cree en la enseñanza sin castigos y a la vez tutor de un grupo de alumnos adolescentes.
El grupo de alumnos se caracteriza por su rebeldía y por su falta de respeto a sus profesores. Está compuesto por chicos de múltiples procedencias étnicas que, en algunos casos, ni siquiera son capaces de expresarse correctamente en francés. Todos son diferentes pero todos tienen algo en común, quieren llamar la atención, quieren hacerse sentir, quieren que el resto de sus compañeros y profesores conozcan sus orígenes, sus creencias, su cultura.
Durante el curso, el profesor François, en su afán de interesarles en el estudio de materias que, asumen ellos no les servirán de nada, se produce una lucha entre profesor y alumno en la que el profesor deberá evitar caer en las trampas y provocaciones que constantemente le tienden sus chicos. Debe mantener la calma e intentar controlar la situación. Este hecho se refleja en la película en el incidente violento que tiene con Soulimane, el joven de origen Malí, debido a una discusión con otras dos jóvenes de la clase y pese a la negativa de François, acaba con Soulimane expulsado del instituto.
Este hecho tiene varias partes a destacar, una de ellas, es el momento en que el profesor se pone de los nervios, pierde los papeles y responde a dos alumnas tal y como ellas le hablan a él, sin respeto alguno. Situaciones de disputa se producen en una clase normalmente pero no hay ninguna justificación del profesor para que pueda perder el respeto a sus alumnos. No creo que debiera haberse puesto a su nivel.
Por otra parte, el joven profesor después del suceso de clase, intenta convencer a sus compañeros de que el castigo no es el mejor método para que esos chicos aprendan. Estos problemillas pienso que hay que intentar resolverlos desde la raíz, cuando el problema aún no es realmente un problema, así todo irá mejor. Si se ayudara antes al chico problemático, la mayoría de estas situaciones conflictivas pueden evitarse.
El “castigo” impuesto por el colegio al final es la expulsión del centro educativo. Pero ¿realmente el adolescente va a aprender y escarmentar de esta situación? Yo creo que si a él no le interesa acudir a clase, en definitiva el centro casi le está haciendo hasta un favor al decirle que ya no va a volver más. Pienso que lo que habría que hacer sería motivarle más para que tenga sentido lo que está haciendo, para que así, si no llega a disfrutar de los estudios, al menos que pueda no sufrir con ellos.
Pese a los últimos acontecimientos del curso el relato acaba con una imagen de los alumnos narrando lo que cada uno ha aprendido y ha sacado en claro de ese accidentado curso. Esto me parece una muy buena forma de acabar las clases de un curso, les hace reflexionar a los alumnos sobre todo el año que han pasado y así pueden autovalorarse y descubrir de lo que son capaces. De esta forma, ven el curso como algo más que un simple proceso en el que tienen que aprobar los exámenes y después olvidar todo lo que han aprendido.

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